jueves, 14 de febrero de 2013

Capítulo 1



Capítulo 1-Este mundo no es nada si perdemos la capacidad de soñar
Joven de muy pálida piel y cabellos del color del fuego que le llegaban al cuello y un cuerpo normal, ella aparentaba tener entre 16 y 18 años y estaba dormida profundamente.
La gris habitación era pequeña y húmeda igual que el resto de la casa donde vivía una pequeña y pobre familia de leñadores, esta era la habitación del chico que estaba sentado junto a la cama admirando a la mujer como si fuera el más raro de los tesoros.
El joven tenía un desarreglado cabello negro y unos ojos verdes claros que era lo único que resaltaba en él, tenía un cuerpo un poco atlético y medía al menos un metro ochenta, como quien nota que la fantasía está muy lejos de la realidad se para y abandona la habitación que para él era como abandonar un mundo hermoso en el cual deseaba estar cada segundo de su vida. En la sala se encontraban los padres del joven, El padre era musculoso y medía fácil unos dos metros un espeso bigote sobre sus labios era lo que más llamaba la atención junto a su calva cabeza, mientras que su madre era una hermosa mujer de esbelta figura y largo cabello del color del más dulce café y unos ojos verdes claros que llamaban la atención más que nada.
-Lleva dos días durmiendo padre, esto no puede ser natural- Exclama el joven ante su padre y luego prosigue hablando –La encontramos la mañana siguiente a la noche que cayó fuego azul del cielo, y estoy seguro que uno cayó en el bosque, pero cuando fuimos por la mañana a talar no había nada, ni siquiera rasgos de un incendio, pero la encontramos a ella dormida y no importa qué intentemos no despierta- El padre lo mira seriamente un poco y luego cruza los brazos y cierra los ojos pensando y tras un minuto de silencio mira a su hijo y responde –Sé que tienes esa idiota creencia a la magia, llevas desde que la encontramos diciendo que está poseída o es alguna especie de criatura mágica con forma humana, tienes 18 años y eres un adulto- su voz empieza a sonar más fuerte –Deja de inventar estúpidas historias de niños, la magia no existe, abandona tu idea de fantasía eso solo te conducirá a ser el idiota del pueblo y que todos se burlen de ti, encontramos a una indefensa chica inconsciente en el bosque y la trajimos para ayudarla, nadie del pueblo la reconoció pero me rehúso a negarle la ayuda aunque aún no he encontrado forma de despertarla quizás si dejaras de acosarla mientras duerme y soñar con teorías mágicas e intentaras ayudarla de verdad quizás ya habría despertado- El padre se levanta de su silla que parece minúscula bajo un hombre tan grande y prosigue –Deja de ser un niño y crece de una vez Eyquel- Dicho esto Eyquel empieza a correr y abandona la casa, tras eso su madre pronuncia unas suaves palabras –Este mundo no es nada si perdemos la capacidad de soñar-, su marido la escucha pero finge no hacerlo y vuelve a su asiento a esperar qué la comida esté lista.
En la parte trasera de la casa junto a un viejo árbol estaba Eyquel con lágrimas en los ojos pronunciando para sí mismo –La magia existe, estoy seguro que existen míticas criaturas y poderosas personas y cosas inimaginables en ese lugar- Eyquel mete su mano en un agujero del árbol y extrae un trapo qué envuelve un misterioso objeto, al desenvolverlo se ve una extraña piedra verde –Te encontré en el bosque cerca de la chica, no te mostré ante mi padre porque él se desharía  de ti, puedo sentir la magia en esta piedra, lo qué sujeto en mi mano es la prueba de la existencia de mis creencias- Pensaba para sí mismo Eyquel entonces escucha un ruido detrás de él y envuelve la piedra y la esconde rápidamente en su bolsillo.
Una mujer de la misma edad de Eyquel aparece, ella tiene corto cabello del color del sol y brilla con la misma intensidad, su gran sonrisa era hermosa en su cara cubierta de tiernas pecas, Sora la vecina de Eyquel y amiga de la infancia – ¿Aún crees en la isla de la fantasía? Sabes qué son cuentos para niños- dijo, Eyquel no se signó a mirarla a los ojos –Cuando éramos niños tu creías conmigo, pero abandonaste ese sueño, el de qué juntos encontraríamos la isla donde todo lo inexistente existe- dijo con tristeza en su voz Eyquel.

Sección del sabías qué:
¿Sabías qué Eyquel es un nombre de origen germano y significa "El que defiende con la espada"?

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