sábado, 20 de abril de 2013

Capítulo 7

Capítulo 7- Los sentimientos nos controlan como un titiritero a sus marionetas

Lezia es una familiar y debe estar atada a un mago hasta que este muera y otro mago pueda poseerla, ella está atada a Eyquel quien es incapaz de hacer magia y Eyquel sin saber que ella solo será libre si el muere parte en un viaje para encontrar un buen mago para que Lezia esté unida a él, apenas comienzan su viaje y se les une la amiga de la infancia de Eyquel, la aprendiz de mercader Sora quien viaja para aprender del mundo de los negocios.
Ciudad de Peshk, la ciudad está en una gran colina, la cual ha sido fuertemente azotada por el mar y ahora mismo está inundada, para que una colina esté inundada de esa forma es porque hay magia de por medio, Eyquel y Sora van juntos a explorar la ciudad decididos a averiguar por qué un mago haría algo así y de paso detenerlo si es posible, mientras Lezia se quedó sola en la entrada al pueblo.

-¿Cuál es tu plan entonces?- le preguntaba Sora a Eyquel mientras difícilmente caminaban por las calles teniendo el agua por las rodillas, Eyquel no le responde, pero Sora nota como él agarraba más firmemente su hacha y entendió la ira de Eyquel, Eyquel desea más que nadie ser un mago y no soporta ver como alguien con un don tan maravilloso lo desperdicie destruyendo una ciudad cuando hay tantas cosas mejores que Eyquel haría con la magia.
Mientras los dos caminaban las aguas de la ciudad estaban inquietas y detrás de ellos dos el agua comenzó a tomar forma.



Del suelo salió un dragón de agua el cual comenzó a perseguir a Eyquel y a Sora, a ambos se les dificultaba correr por tener el agua por las rodillas. Mientras tanto Lezia nota al dragón de agua que comienza a perseguir a Eyquel y Sora, y al no sentir la presencia del mago cerca deduce que debe haber algún familiar controlando al dragón, entonces Lezia usando sus habilidades de familiar para correr más rápido y saltar más alto que las personas normales se dirige a la torre más alta de la ciudad el cual es el lugar más lógico para que alguien mire todo el panorama y pueda controlar al dragón con facilidad.

Eyquel y Sora terminan separándose por causa del dragón que los perseguía, Eyquel terminó en uno de los edificios en ruinas pero este era el único que no estaba abandonado, en el edificio se encontró con una pequeña niña de unos doce años de edad, ella cargaba con un perrito herido.
La niña se llamaba Seili y le cuenta a Eyquel como el pueblo era acosado por las olas todas las noches hasta que la ciudad no lo pudo soportar más y tuvo que irse, pero su padre era un mago y se quedó a luchar con el asaltante, pero falleció en el intento.
Seili también le cuenta que la persona que ataca la ciudad es un hombre-pez, que según a ella le habían contado unos piratas lo trajeron a la ciudad cuando era bebé y entonces se fueron, la ciudad decidió no cuidar de un monstruo y lo tiró al mar, el bebé sobrevivió y creció lleno de ira hacia el pueblo que lo había rechazado.
Eyquel le promete a Seili vengar a su padre y salvar lo que queda del pueblo.


miércoles, 6 de marzo de 2013

Capítulo 6

Capítulo 6- No importa el camino que tomes en la vida, alguien siempre querrá tu fracaso

-Así que no todos los guardianes luchas para proteger sus cristales, algunos simplemente se entregan al mago que aparezca si lo consideran digno, ¿es eso correcto?- preguntaba Eyquel
-Exacto, el familiar solo está para asegurarse que el cristal caiga en manos de un mago- respondía con un poco de tristeza en su voz Lezia, Sora quien caminaba un poco más lento que los dos interrumpe la conversación para anunciar que están cerca de Peshk.
Apenas llegaron a la ciudad la vista era horrible.
Peshk no solo era un gran astillero y un gran puerto pesquero pero también era una hermosa ciudad en una gran colina, cuando se llega a la ciudad todo es un camino de bajada hasta el puerto, por esta razón es que a los tres les parecía imposible lo que estaban contemplando, la ciudad estaba inundada.
Es físicamente imposible que se inunde una ciudad como esa, la ciudad podía ser devastada por grandes olas pero jamás inundada, además el agua siempre llegaba a las rodillas y estaba fija en su lugar, o sea que la gravedad no hacía que el agua volviera al mar, esta inundación desafiaba la lógica del mundo, entonces Eyquel y Sora miran a Lezia, quien los mira con una cara de decepción y les da una respuesta con tono frustrado –Obviamente es magia, alguien está constantemente manteniendo un hechizo de control de agua para mantener la ciudad así-, pero eso no era todo, la ciudad también estaba completamente abandonada, tampoco era tanta agua como para abandonar una ciudad, entonces Sora llama la atención de los otros dos –Miren, algunos edificios están algo destruidos y hay madera y cosas por toda la calle inundada, obviamente la ciudad fue acosada por una gran tormenta-, decía mientras apuntaba a los empapados edificios –O quizás alguien atacó el pueblo usando el mar, pero tendría que ser un mago muy poderoso para poder hacer algo así- interrumpió Lezia, -¿acaso tu no podías detectar la presencia de los magos?- preguntó Eyquel a Lezia quien mira a su alrededor con cara de concentración, y luego le devuelve a Eyquel una mirada de decepción –Si, pero no detecto ningún mago, ido no pudo haberse ido ya que alguien debe mantener el hechizo, aunque puede que haya un familiar en la zona, pero los familiares no podemos detectarnos los unos a los otros- explicaba Lezia mientras se arreglaba los pantalones para no mojarse tanto, lo mismo hizo Eyquel, -¿Por qué un mago destruiría esta ciudad?- preguntó Sora –creí que los magos usarían su magia para proteger la humanidad de las fuerzas que están despertando- continuó Sora, Lezia iba a decir algo pero Eyquel se le adelantó –Las personas son buenas y malas, y la magia en este caso es tan solo un arma nueva, como algún día lo fueron las espadas y las catapultas, temo que en nuestros viajes encontraremos muchos magos que hayan usado la magia para sus propios propósitos- hablaba Eyquel con la mayor seriedad, hace una breve pause y dirige la mirada a Lezia y prosigue –Discúlpame pero cuando encontremos a este mago no puedo permitir que te vayas con él, dije que te llevaría con un mago que te merezca, y el que sea que hizo esto es un bastardo y voy a encontrarlo y detenerlo- y entonces Lezia le grita –Pero él obviamente es un mago poderoso y tú no eres nada, eres idiota deberías saber que no puedes ganarle a un mago-, Eyquel le da la espalda a Lezia y tantea el mango de su hacha –Mientras esta hacha tenga filo y los magos sangren pueden ser derrotados, dijiste que el familiar debe estar en algún lugar manteniendo el hechizo, y el familiar debe saber dónde está su mago, así que iré a buscarlo, si no quieren acompañarme espérenme aquí- Inmediatamente tras decir estas palabras Eyquel prosigue su camino por la inundada calle –Si no salvamos el pueblo no podré comerciar, y si lo salvamos quizás la gente vuelva y consiga buenos tratos por ser una heroína- a Sora le brillaban los ojos y siguió a Eyquel.
Lezia se quedó sola murmurando mientras unas lágrimas caían por sus mejillas –Eres un idiota, cuando mueras un mago podrá tomar posesión de mí, eres un maldito inútil pero no quería que te suicidaras de esa forma-.
No tan lejos sobre una pequeña torre en la ciudad unos ojos celestes miran la escena y suelta una pequeña risa.

viernes, 1 de marzo de 2013

Capítulo 5



Capítulo 5- No se puede confiar en las ventanas, a veces hay que salir para ver que hay afuera
Lezia estaba vestida de una forma diferente ahora, usando ropa de leñador igual que Eyquel quién cargaba su mochila de comida y otras cosas básicas cuando de repente es interrumpido por su padre -Hijo, te he negado la fantasía toda tu vida y ahora ella ha cobrado vida y nos ha golpeado, esta chica nos ha salvado y me parece noble que quieras que sea feliz, ¿pero quién nos salvará si ella no está?- su voz sonaba muy preocupada y su mirada era la de un padre que veía a su hijo partir, Eyquel lo mira a los ojos con la determinación de un hombre –Padre quédate tranquilo, llevaré a Lezia con un buen mago que se la merezca y hablaré con ese mago, si los magos son personas capaces de usar magia y además tienen poderosos familiares a su lado entonces son los únicos capaces de enfrentarse a la magia que nos acosa, conseguiré un mago que proteja este pueblo- los ojos de Eyquel brillaban con una determinación nunca antes vista en el joven, estaba en una misión en la que nunca creyó que estaría, no solo quería un destino mejor para la mujer que salvó su pueblo pero además de este viaje dependía el futuro de su pueblo, el pueblo de Dru donde había pasado toda su vida estaba acosado por el bosque que lo rodeaba y quien sabe cuándo despertarían.
-Eres todo un hombre ahora hijo, todos contamos contigo, lamentablemente debo quedarme aquí a cuidar de tu madre ya que ella es muy débil para viajar y no hay nadie más que pueda serte de ayuda en este pueblo, estás solo con Lezia en este viaje, pero al menos déjame darte algo- El padre de Eyquel le entrega entonces unas telas que envolvían algo, tras quitar las telas se revela un gran hacha de un brillante metal y su apellido grabado en ella con hermosas letras azules –Esta es el hacha de los Grunemond, no hay árbol en el que valga la pena usar esta hacha en esta parte del mundo, es muy filosa y poderosa y se dice que hace todo el trabajo por ti, y por eso quiero que la tengas en este viaje- Eyquel agacha la cabeza y acepta el hacha, sus lágrimas caían al sucio suelo de la pequeña casa –Estoy honrado padre- dijo entre sollozos Eyquel quien nunca había tenido el respeto de su padre este ahora le entregaba una rara arma familiar.
Tras una triste despedida de su madre y una breve despedida con una serie mirada con su padre Eyquel y Lezia ambos cargando una mochila cada uno con provisiones y Eyquel con su hacha en su cintura del lado derecho, ambos parten por el camino hacía Peshk, Un pueblo famoso por su gran producción de barcos y su gran pesca, Peshk alimenta  Dru y este les provee madera, pero el cargamento de comida que se suponía debía llegar el día anterior nunca apareció, por suerte la comida no es una de las preocupaciones del pueblo pero aun así es extraño.
Y así comienza el viaje de unas seis horas a pie hasta el pueblo donde iniciará su aventura, de repente Lezia detiene a Eyquel y mira rápidamente hacia atrás –Alguien nos sigue- anuncia Lezia.
De los árboles al costado del camino sale de su escondite lentamente una rubia pecosa un poco más alta que Lezia pero más baja que Eyquel, era Sora su vecina, -¿Qué haces aquí?- preguntó Eyquel con algo de crueldad, Sora mira al suelo con vergüenza y comienza a hablar –Cuando éramos pequeños hice una promesa, la promesa de buscar una isla con un amigo, la promesa de perseguir la fantasía, cuando crecí abandoné ese amigo y su sueño porque creí que era todo mentira, pero la realidad me ha mostrado que puede que no sea mentira, y estoy aquí para pedirte que me permitas viajar contigo viejo amigo y podamos encontrar la magia juntos, como prometí en los viejos tiempos- Eyquel sonrió tras escuchar eso pero antes de responder Sora prosiguió –Mi padre es un mercader y ahora me entreno como cual, es costumbre de mi familia que como bien sabes es una gran familia de mercaderes que cuando cumplimos 18 salgamos con algunas provisiones y dinero y volvamos con mucho más que lo que teníamos al salir, y sé que si viajo contigo podré no solo vivir la aventura con la que soñábamos de niño, también encontraré la fortuna que ansío-Sora usaba un vestido violeta de una pieza que apenas le llegaban a las rodillas, aunque se podía notar que lo cortó, de seguro quería tener más comodidad para correr, además también cargaba con una mochila de provisiones, y tras una pequeña conversación Eyquel la aceptó en el grupo.
Un joven leñador, una familiar incapaz de hacer magia, y una aprendiz de mercader juntos en su viaje.
Así es como comienza la aventura.

domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo 4

Capítulo 4-  Si tú no crees en tí mismo nadie más lo hará
Eyquel y la chica estaban en la habitación, ambos estuvieron dos días durmiendo y cuando Eyquel despertó ella seguía durmiendo, pero despertó apenas Eyquel tomó el cristal con sus manos, los padres de Eyquel también estaban ahí, fue el padre de Eyquel el que tomó el cristal con una tela y lo guardo junto a Eyquel. Todos exigían respuestas, y era hora de recibirlas y así la chica comenzó a hablar.
-Mi nombre es Lezia, todo lo que les voy a contar es una larga historia, así que tengan paciencia.
Existen dos mundos, este al que ustedes perteneces y otro llamado La tierra, existe un destino para cada uno de los mundos, uno es el destino mágico donde la magia y la naturaleza controlan al hombre pero estos viven y el otro es el destino tecnológico donde los humanos destruyen la naturaleza, lo dominan todo pero al final causan su autodestrucción- contaba la joven, Eyquel y su familia aún están perplejos al ver que la joven esté despierta y siguen sin creer aquel momento donde vieron una gran demostración de fuerza y velocidad, su voz era como la dulzura de una cereza y sus ojos de rosado color le daban un toque especial, Eyquel estaba maravillado y prestaba mucha atención mientras la joven proseguía su historia -La tierra estaba destinada al destino mágico mientras que ustedes debían de sufrir el destino tecnológico, pero los humanos del otro mundo se rehusaron a la magia e iniciaron una guerra, al final de la guerra ellos desterraron la magia y se hicieron con el destino tecnológico, el cual los llevó a su propia destrucción y dejaron de existir, la magia tras miles de años llegó a este mundo, así que ustedes que estaban condenados a destruirse a ustedes mismo con el avance tecnológico ahora su destino pasa a ser el mágico, el árbol de la última vez era solo el comienzo, pronto muchos más despertarán, el cristal solo aceleraría el proceso pero tienen que entender que la magia pasará a dominar este mundo ahora- tras decir estas palabras todos estaban perplejos, sin importar que intentaran el bosque se levantaría eventualmente y sería el fin de todos, el simple pensamiento de que su existencia estaba condenada a la muerte desde el inicio de los tiempos era abrumadora, y saber que ahora vivirán pero seguirán condenados, y entonces la joven prosiguió -La naturaleza cobrará vida y tomará control del hombre, peor ahora pasaré a explicar el cristal. La noche que cayó fuego del cielo esos eran los cristales, cada cristal le da a una persona el poder de hacer magia y también le da el control sobre un familiar tras derrotarlo, cada cristal tiene un guardián a su lado- La joven mira a Eyquel fijamente -Tú tomaste el cristal sin enfrentarme, y ahora el cristal te es inútil y yo estoy atada contigo- dijo con furia, peor Eyquel no entendía exactamente lo que ella quería decir, y Lezia tras ver la cara de incomprensión de Eyquel decidió explicarle mejor y así continúo hablando -No todos los humanos pueden hacer magia, solo ciertas personas pueden hacer y si desean un cristal deben vencer al guardián de ese cristal, y solo aquellos que tengan la capacidad de usar magia serán capaces de ganar- en ese mismo momento Eyquel la interrumpe -Pero tú estabas dormida y no había forma de despertarte-, Lezia mira a un costado con timidez y vergüenza y entonces admite -Soy muy perezosa por lo tanto me dormí- inmediatamente, con una cara de no poder creérselo Eyquel le grita –Entonces es tu culpa que no puedas estar despierta- ambos comienzan a discutir –Soy un familiar defectuoso, no puedo efectuar magia y tampoco tengo habilidades especiales, y como si fuera poco no gano energía al dormir, por eso es que tú usando el cristal el cual es la unión entre el mago y el familiar me pasas tú energía y por eso es que puedo estar despierta-. Lezia tras decir tristemente estar palabras comienza a llorar, para ella era un gran dolor ser un familiar sin habilidades que no pudo proteger su cristal y ahora estaba atada a una persona normal incapaz de usar magia, pero entonces unos brazos la rodean y se sorprende, Eyquel la estaba abrazando  tenía los ojos llorosos y le susurró en el oído –Lezia, nunca vuelvas a decir algo así, no eres para nada defectuosa salvaste mi vida y la de todo el pueblo al derrotar al árbol ayer, eres más rápida y fuerte que cualquier persona que conozca, y ni mencionemos tu increíble belleza, así que no te atrevas a decirme nunca más que eres una persona defectuosa, si es por mi energía no te preocupes, me aseguraré de que siempre tengas parte de mi energía, quizás  no pueda usar magia como tú dices pero aun así no soy mala persona, y encontraré alguien capaz de usar magia a quien entregarle el cristal, ¿así serás feliz verdad?- Eyquel se paró y le extendió una mano para ayudarla a levantarse ya que ella se sentó en el piso a llorar.
Lezia comenzó a llorar como nunca, la inútil persona que ella odiaba la había hecho sentir feliz, Lezia sabía que una vez una persona consigue el cristal está atado al familiar por siempre pero ella decide omitirle ese detalle a Eyquel y le extiende la mano para que este la ayude a levantarse, porque ella vio en esos ojos de joven soñador una persona que quizás no era capaz de usar magia o de pelear como un gran guerrero, pero eran los ojos de una persona que lo daría todo por cumplir sus metas y promesas.