miércoles, 6 de marzo de 2013

Capítulo 6

Capítulo 6- No importa el camino que tomes en la vida, alguien siempre querrá tu fracaso

-Así que no todos los guardianes luchas para proteger sus cristales, algunos simplemente se entregan al mago que aparezca si lo consideran digno, ¿es eso correcto?- preguntaba Eyquel
-Exacto, el familiar solo está para asegurarse que el cristal caiga en manos de un mago- respondía con un poco de tristeza en su voz Lezia, Sora quien caminaba un poco más lento que los dos interrumpe la conversación para anunciar que están cerca de Peshk.
Apenas llegaron a la ciudad la vista era horrible.
Peshk no solo era un gran astillero y un gran puerto pesquero pero también era una hermosa ciudad en una gran colina, cuando se llega a la ciudad todo es un camino de bajada hasta el puerto, por esta razón es que a los tres les parecía imposible lo que estaban contemplando, la ciudad estaba inundada.
Es físicamente imposible que se inunde una ciudad como esa, la ciudad podía ser devastada por grandes olas pero jamás inundada, además el agua siempre llegaba a las rodillas y estaba fija en su lugar, o sea que la gravedad no hacía que el agua volviera al mar, esta inundación desafiaba la lógica del mundo, entonces Eyquel y Sora miran a Lezia, quien los mira con una cara de decepción y les da una respuesta con tono frustrado –Obviamente es magia, alguien está constantemente manteniendo un hechizo de control de agua para mantener la ciudad así-, pero eso no era todo, la ciudad también estaba completamente abandonada, tampoco era tanta agua como para abandonar una ciudad, entonces Sora llama la atención de los otros dos –Miren, algunos edificios están algo destruidos y hay madera y cosas por toda la calle inundada, obviamente la ciudad fue acosada por una gran tormenta-, decía mientras apuntaba a los empapados edificios –O quizás alguien atacó el pueblo usando el mar, pero tendría que ser un mago muy poderoso para poder hacer algo así- interrumpió Lezia, -¿acaso tu no podías detectar la presencia de los magos?- preguntó Eyquel a Lezia quien mira a su alrededor con cara de concentración, y luego le devuelve a Eyquel una mirada de decepción –Si, pero no detecto ningún mago, ido no pudo haberse ido ya que alguien debe mantener el hechizo, aunque puede que haya un familiar en la zona, pero los familiares no podemos detectarnos los unos a los otros- explicaba Lezia mientras se arreglaba los pantalones para no mojarse tanto, lo mismo hizo Eyquel, -¿Por qué un mago destruiría esta ciudad?- preguntó Sora –creí que los magos usarían su magia para proteger la humanidad de las fuerzas que están despertando- continuó Sora, Lezia iba a decir algo pero Eyquel se le adelantó –Las personas son buenas y malas, y la magia en este caso es tan solo un arma nueva, como algún día lo fueron las espadas y las catapultas, temo que en nuestros viajes encontraremos muchos magos que hayan usado la magia para sus propios propósitos- hablaba Eyquel con la mayor seriedad, hace una breve pause y dirige la mirada a Lezia y prosigue –Discúlpame pero cuando encontremos a este mago no puedo permitir que te vayas con él, dije que te llevaría con un mago que te merezca, y el que sea que hizo esto es un bastardo y voy a encontrarlo y detenerlo- y entonces Lezia le grita –Pero él obviamente es un mago poderoso y tú no eres nada, eres idiota deberías saber que no puedes ganarle a un mago-, Eyquel le da la espalda a Lezia y tantea el mango de su hacha –Mientras esta hacha tenga filo y los magos sangren pueden ser derrotados, dijiste que el familiar debe estar en algún lugar manteniendo el hechizo, y el familiar debe saber dónde está su mago, así que iré a buscarlo, si no quieren acompañarme espérenme aquí- Inmediatamente tras decir estas palabras Eyquel prosigue su camino por la inundada calle –Si no salvamos el pueblo no podré comerciar, y si lo salvamos quizás la gente vuelva y consiga buenos tratos por ser una heroína- a Sora le brillaban los ojos y siguió a Eyquel.
Lezia se quedó sola murmurando mientras unas lágrimas caían por sus mejillas –Eres un idiota, cuando mueras un mago podrá tomar posesión de mí, eres un maldito inútil pero no quería que te suicidaras de esa forma-.
No tan lejos sobre una pequeña torre en la ciudad unos ojos celestes miran la escena y suelta una pequeña risa.

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